Los Pueblos del Norte

En las actuales provincias de Salta, Catamarca, La Rioja, oeste de Tucumán y el norte de San Juan, vivían los diaguitas y calchaquíes.

Estos habitaron en valles y quebradas, y compartían una misma lengua, el cacán. Esta zona se caracterizaba por su aridez y contaban con técnicas avanzadas para la agricultura. Criaban llamas, y cazaban guanacos y venados para obtener carne, lana, cuero y huesos.

Se organizaban en familias extensas y vivían en casas formando una aldea. Cada aldea tenía su cacique que organizaba los trabajos en grupo y la defensa. Él tenía que ser valiente como un guerrero y ser descendiente del cacique anterior. Además, debían negociar con otros pueblos por la disputa del territorio.

Estos pueblos adoraban al Sol, el trueno y el relámpago, hacían rituales y rendían culto a los muertos.

Por otro lado, en las actuales provincias de Formosa, Chaco, y parte de Sta. Fe, se destacaban los guaycurúes y los wichí.

Los guaycurúes eran un conjunto de pueblos con la misma lengua, eran nómades, cazadores y recolectores. Formaban bandas de familias extensas mandadas por un cacique controlado por el consejo de ancianos.

Los wichí formaban pequeños grupos de familias con un territorio propio, y los dirigía un cacique con una autoridad relativa.

En Misiones, Corrientes y en las costas del río Paraná y Uruguay habitaban los guaraníes que eran agricultores y seminómades. Sus aldeas estaban formadas por varias casas llamadas malocas de forma alargada. En cada casa vivía una familia grande y cada aldea estaba protegida por una empalizada y, a veces, un foso. Los hechiceros se ocupaban de la religión y de la medicina.